Donde las sonrisas nacen sin miedo
Aquí no hablamos de dolor, ni de complicaciones.
Aquí hablamos de confianza.
De pequeños logros que se convierten en grandes cambios.
Dra. Belén
Durán Cano
Mi vocación nació de la forma más sencilla: acompañando a mi hermana a sus revisiones de ortodoncia.
Fue allí, sentada en una sala de espera, donde descubrí que crear sonrisas va mucho más allá de alinear dientes.
Se trata de ayudar a las personas a
sentirse seguras, tranquilas y felices
con lo que son.
Mi consulta
mi forma de trabajar
Cada niño que entra con miedo.
Cada adolescente que baja la mirada.
Cada persona que viene sin saber muy bien qué busca…
para mí, cada uno es un comienzo.
Y no hablo solo de ortodoncia.
Hablo de lo que pasa mientras tanto:
cuando alguien se atreve a confiar, a soltar el miedo, a decir “vale, empiezo”.
Aquí no hay prisa.
Aquí se celebra todo:
las sonrisas tímidas, el primer alineador, los llantos también.
Porque esto no va solo del final. Va del proceso.
Lo que me mueve
No vine a montar una clínica.
Vine a acompañar historias.
Porque me importa lo que te pasa antes, durante y después de llevar ortodoncia.
Porque para mí, tu sonrisa no empieza en los dientes, empieza en cómo te sientes contigo.
Mi propósito no es que salgas con una boca perfecta, sino con una sonrisa que reconozcas como tuya. Que te veas en el espejo y pienses: «ahora sí, soy yo».
¿Qué encontrarás aquí?
acompañamiento real y cercano
Un espacio donde los miedos se transforman en confianza.
Una experiencia respetuosa con tus emociones.
Una ortodoncista que escucha, explica y camina contigo.
Un proceso que tiene en cuenta tu historia, no solo tu boca.
Belén, fuera de consulta
Cuando no estoy en la consulta, me gusta escribir a mano las historias que vivo aquí.
Tomar café al sol.
Escuchar a las madres que se preocupan más por la autoestima de sus hijos que por su mordida.
Y seguir recordando, todos los días, por qué empecé esto.
Porque una sonrisa empieza mucho antes de verse en el espejo.
Empieza cuando alguien te dice: «yo también pasé por eso, y estoy aquí para ayudarte».
Preguntas y respuestas frecuentes
¿Cómo es Belén en consulta?
Cercana. Humana. Con los pies en la tierra.
Te escucha, te explica, no te suelta la mano.
No lleva bata blanca para imponer respeto. Usa las palabras justas para que todo tenga sentido, sin prisa.
¿Y si mi hijo tiene miedo?
Entonces lo primero no será el aparato.
Será que confíe en mí. Que se sienta seguro.
Aquí no se empieza hasta que el niño no esté preparado. Porque no se trata de forzar una sonrisa, sino de ayudarla a salir sola.
¿Cómo sabes qué tratamiento es el mejor?
Porque no trato “casos”, trato personas.
Porque escucho antes de planificar. Porque no me limito a mirar bocas, sino también lo que hay detrás: emociones, historias, inseguridades.
Y porque después de más de 15 años de experiencia, sigo creyendo que cada sonrisa merece su propio camino.
¿Tendré tiempo para preguntar lo que necesito?
Sí. Siempre.
Las consultas conmigo no son un sprint. Son un espacio donde se pregunta, se respira, se entiende.
Aquí nadie se va sin comprender lo que está pasando. Ni tú, ni tu hijo.
¿Qué te hace diferente de otros ortodoncistas?
Que no vine a montar una clínica.
Vine a acompañar personas.
Y porque para mí, la ortodoncia es una excusa bonita para hacer algo más importante: ayudarte a sentirte bien contigo, con tu reflejo, con tu historia.
¿Qué pasa si no tengo claro si quiero empezar?
No pasa nada. De verdad.
Aquí también se viene a decidir. A explorar.
Nadie te empuja a nada. Solo te doy la información, el espacio y la calma para que lo decidas tú, cuando estés lista/o.
¿Cómo puedo pedir una cita contigo?
Muy fácil: puedes rellenar el formulario, dejar tus datos o llamar a la consulta.
No hay robots. Te contestaré yo o alguien de mi equipo de confianza.
Y cuando vengas, lo haremos todo con calma.